Bueno, bueno, bueno. Esta vez vengo con una super receta fitness. En todos los sentidos, porque lleva bastante tiempo, pero bueno, que merece la pena!
Normalmente mi fantasía cheatmeal suele ser pizza, porque adoro el queso y el pan. También me encantan las patatas fritas, así que incluso a veces me cojo una bolsa de patatas de acompañamiento con la pizza, jajaja. Estoy loca.
En fin, que para variar un poco el cheatmeal de esta semana, he querido inventarme una pizza totalmente fitness y saludable (según mis requisitos en la dieta), para no sentirme mal por no comer pizza esta semana.
El reto está ahí. Aunque ya tengo experiencia haciendo masas de pizza o de coca, la harina integral es otro mundo: más consistente, no fermenta igual, necesita más agua, más difícil de amasar… Pero la verdad que me encanta experimentar, así que sin miedo jaja.
Masa de pizza 100% integral, salsa de tomate natural, mozzarella light, pechuga de pollo, veduritas… Ración perfecta y equilibrada de carbohidratos complejos, proteínas, grasas y un montón de vitaminas y fibra. Eso sí, hay que comerla al mediodía, entra especialmente bien después de un entrenamiento intenso jajaja.
¿Os parece bien? Pues vayamos al tema.
Ingredientes (para 2 personas)
- Para la masa
- 200g de harina integral. Yo usé la nueva de Gallo.
- 10g de levadura fresca.
- 200ml de agua fresca (aprox)
- 1/4 cdta de sal baja en sodio
- 1/2 cdta de azucar moreno
- 2 cdts de aceite de oliva virgen extra
- Para el relleno
- 1 bolsa de mozzarella light rallada
- 2 tomates maduros
- 2 pechugas de pollo
- 1 cebolla tierna / cebolleta
- 6 tomates cherry
- Rodajas de puerro al gusto
- 2 pimientos del piquillo asados
- Espárragos al gusto
- 2 cdtas de tomate frito
- Especias italianas
Preparación
- Para la masa
- En un bol grande, colocas la harina en forma de volcán y añades el en centro la levadura fresca diluida con un poco de agua. Después añade poco a poco el resto del agua mientras amasas con una espátula. Cuando lo tengas un poco amasado, añade el azúcar y la sal, y comienza a amasar con las manos.
- Cuando tengas una mas más o menos homogénea, añade el aceite y sigue amasando. Tiene que quedarte una bola lisa y suave.
- Comprime la masa en una bola y déjala reposar en la nevera (bien tapada) durante 30 minutos.
- Saca la masa y pártela en dos por la mitad, si deseas hacer una pizza individual, sino trabaja con la masa entera. Amasa con las manos en una superficie lisa (usa un poco de harina para que no se pegue) para sacar el aire de la masa. Déjala en forma circular.
- Trabaja la masa sólo con las manos, si usas un rodillo no conseguirás que quede esponjosa. Haz un bordecito con los dedos para ayudarte a dar forma circular. Tiene que quedar un grueso de medio más o menos.
- Déjala reposar sobre un papel vegetal en la bandeja de horno, tapada con un trapo húmedo, mientras haces el relleno.
- Para el relleno
- Precalentamos el horno a 200ºC.
- Primero haremos la salsa de tomate. Picamos finito media cebolla tierna y la otra mitad la reservamos. Esa cebolla la sofreimos en la sartén con un poquito de aceite. Rallamos los tomates. Cuando esté la cebolla pochadita, añadimos el tomate a la sartén a fuego bajo. Añadimos un poquito de sal. Despues de 5-10 minutos, bajamos el fuego al mínimo y echamos dos cucharaditas de tomate frito.
- Añadimos la salsa de tomate casera a nuestras pizzas, seguido de la mozzarella.
- Cortamos la pechuga de pollo en trocitos de 1-2 cm y salteamos ligeramente (1 minuto) en la sartén donde hicimos la salsa. Añadimos a la pizza.
- Acabamos de añadir el resto de ingredientes a nuestro gusto. El toque de especias va al final.
- Metemos en el horno durante 20-30 minutos. Cuando el queso comience a tostarse, la podemos sacar.
¡Que aproveche!
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